El delegado de Memoria Democrática y Cooperación Internacional de la Diputación de Córdoba, Ramón Hernández, ha visitado los trabajos de exhumación de víctimas de la guerra civil y la dictadura que se realizan en el cementerio de la Salud, en Córdoba capital, y que están próximos a término por el agotamiento de la subvención concedida por la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP).
Hernández ha apremiado a la firma del convenio entre administraciones que permitirá dar continuidad a estos trabajos, de manera que “podamos comenzar cuanto antes con las actuaciones programadas, solapando ese proyecto con el que se desarrolla ahora, y así no tengamos que ver cómo los importantes hallazgos encontrados hasta el momento se tapan para volver a empezar en unos meses”.
Hernández ha conocido los detalles de la exhumación que se realiza en la Salud, donde hasta el momento han aflorado más de una decena de restos humanos con signos evidentes de muerte violenta, “la punta del iceberg de lo que apunta a ser un enterramiento mucho más extenso, correspondiente a la represión de los primeros años de la guerra civil, tal y como pone de manifiesto la existencia de objetos personales junto a los cuerpos”.
El delegado de Memoria ha recordado que “en las fosas de Córdoba no solo fueron enterradas vecinas y vecinos de la capital, sino que existe la certeza de que allí fueron a parar personas represaliadas de multitud de pueblos de la provincia”.
El delegado de Memoria ha recordado que “ha pasado casi un año desde que la Diputación, la Junta de Andalucía, el Ayuntamiento de Córdoba y el Gobierno central firmaran un protocolo para la exhumación de las fosas comunes en los cementerios de la capital, lo que en su momento fue una declaración de intenciones que está todavía pendiente del paso definitivo, la firma del convenio económico que permitirá iniciar por fin los trabajos”.
Hernández ha expresado su deseo de que el acuerdo “no se haga esperar más, ya que el dinero está dispuesto y existe un acuerdo entre las administraciones, por lo que solo falta acelerar los trámites para que el trabajo realizado hasta el momento no caiga en saco roto, con el consiguiente desperdicio económico y de tiempo y esfuerzo”.
